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Córdoba, Argentina

Su novio la usaba de esclava sexual para conseguir drogas

Una joven cordobesa de 21 años se está recuperando de los graves daños físicos y neurológicos causados por las drogas que le suministró su novio, quien la ató a una cama y obligó a mantener relaciones sexuales con otros hombres para poder conseguir a cambio estupefacientes.

La historia fue narrada por los padres de Carolina, Rodolfo y Andrea -nombres cambiados por razones de seguridad-, por pedido expreso de su hija, que según las estimaciones de los médicos que la atendieron en el Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción (Ipad) sufrió un daño cerebral durante su cautiverio y tendrá secuelas de por vida. El episodio se inicio a fines de abril del año pasado, según comentaron los padres al matutino La Voz del Interior, cuando Carolina se mudó con su pareja de 19 años y su hijo de 3 al barrio Villa Páez, mientras sus padres se asentaron en la capital provincial. Andrea recordó que un mes después de esa primera separación, fue a visitar a su hija y descubrió moretones en el rostro, lo que la joven describió como golpes a la salida de un baile. Días después, el que apareció con golpes fue el hijo de Carolina, que terminó internado con un fuerte traumatismo en el duodeno. A partir de estos episodios, los padres de Carolina solicitaron a la Justicia la tenencia del niño, que fue concedida en buenos términos. Andrea y Rodolfo perdieron contacto con Carolina tras estos hechos y hasta fueron hasta su casa de Villa Páez, pero según dijeron, siempre recibían respuestas negativas por parte del muchacho y de su padre, que también vivía en esa vivienda. Nada supieron de Carolina hasta el 2 de enero pasado, cuando apareció inesperadamente en su casa "rociada con nafta y con una marca morada en el cuello". "Me contó que su pareja la había colgado de una viga", explicó Andrea, quien recordó que su hija gritaba estruendosamente por las noches. Carolina estuvo diez días internada en la Colonia Santa María, en el valle de Punilla, y quienes la atendieron allí detectaron que tenía abstinencia de drogas y signos de violencia física. Distintos estudios determinaron consumo de crack (cocaína mezclada con bicarbonato para hacerla fumable), una droga altamente adictiva y que destruye neuronas en el corto plazo. A fines de febrero último, Carolina regresó al barrio Villa Páez con su novio, quien supuestamente la amenazaba con hacerles daño a su familia y su pequeño hijo. Nada más se supo de la joven hasta fines de julio, cuando sus padres tuvieron novedades de ella, luego de buscarla sin éxito en la casa que compartía con su pareja y su suegro. "A tu hija la cambian por droga. Sacala de ahí porque te la van a devolver en una bolsa", le dijo un vecino de la zona a Rodolfo, padre de Carolina. El 24 de julio, la chica aprovechó un descuido de su pareja y su suegro, escapó corriendo, se subió a un ómnibus urbano y llegó hasta la casa de sus padres. "Estaba muy mal, golpeada, muy flaca, desnutrida, con 17 kilos menos", describió Andrea, que la llevó al hospital de Unquillo, donde un médico le recomendó dirigirse a la Unidad Judicial del Niño y la Mujer. Según su madre, la joven contó que el novio y el padre del mismo la ataban a una cama para evitar que saliera de la casa, la obligaban a consumir cocaína y pastillas, e incluso que el muchacho dejaba que otros hombres abusaran de ella cambiándola por estupefacientes. La joven también relató, según su papá Rodolfo, que le pegaron una puñalada debajo del muslo derecho y que en una ocasión su pareja le apuntó y efectuó un disparo, aunque la bala impactó contra una pared. "Ella comentó que cuando estaba en la pieza y sentía ruidos en la mesa, como si martillaban, sabía que le esperaba lo peor, porque la gente que la tenía estaba moliendo pastillas para luego violarla", denunció Andrea. Carolina permaneció internada en el Ipad hasta el jueves 9 de agosto pasado, donde los médicos que la atendieron aseguraron a sus padres que la muchacha no tiene crisis de abstinencia, lo que es un indicio de que no consumió por voluntad propia.

En este caso, la pena que deben cumplir los culpables (su novio y el padre del novio) es por abuso a “Carolina”, por suministrarle en contra de su voluntad estupefacientes, y comercializar con ella.

* Según articulo numero 5 de la ley 23.737: serán reprimidos con prisión de cuarto a quince años y multa de seis mil a quinientos mil australes. Ya que estas personas comercializaron y almacenaron estupefacientes.

* Según el artículo 11 de la ley numero 23.737: la pena anterior será aumentada en un tercio del máximo a la mitad del mínimo, ya que esas actividades se realizaron a escondidas y con violencia

* Según el artículo 14 de la ley numero 23.737: deben ser reprimidos con prisión de uno a seis años ya que tenían en su poder estupefacientes.

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